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Gastronomia

Cuentos y leyendas

miércoles, 16 de marzo de 2011

Una Joven estadounidense de 19 años es adicta a comer jabón si jabón

Tempestt Henderson, de Florida, Estados Unidos, sufre una extraña condición que la hacía comer hasta 5 barras de jabón por semana, además de detergente para ropa. Los médicos dicen que la adicción puede matarla.

“Recuerdo la primera vez que metí mis dedos en detergente. Lo puse en mi lengua y me supo tan dulce y salado…se sintió tan bien, que me quedé pegada al instante”, dice la joven, que es consciente de que comer jabón es peligroso para su salud, pero aun así continuó haciéndolo.

La estudiante de enfermería comía el producto todos los días, desde que despertaba, y además empezó a lamer las burbujas que producía el jabón mientras se bañaba. “En la ducha, me gusta hacer espuma con la barra de jabón y lamerla”.

Me encanta la sensación de limpieza que me da. Comer jabón se siente mucho más limpio que sólo lavarse con él”, afirma Tempestt, quien después de 6 meses comiendo sin parar, decidió finalmente buscar ayuda.

Fue diagnosticada con un raro desorden que se caracteriza por un apetito por sustancias que no son comestibles. Se han visto personas con este mal que comen monedas, tiza e incluso cepillos de dientes.

En el caso de la joven, los médicos creen que su problema fue desencadenado por estrés. “Me estresé mucho cuando mi novio me dejó y se fue a la universidad; quedé devastada”, confiesa Tempestt, y todo empeoró cuando fue el turno de ella de dejar su casa para empezar los estudios superiores.

“El peligro de comer jabón es ingerir químicos tóxicos que pueden causar daños en el metabolismo y problemas digestivos” dice el doctor Barton Blinder, un experto en el tema.

Tempestt asistió a terapia y esto le h ayudado a descubrir la causa subyacente de su adicción. Según ella, siempre le gustó el olor del detergente, pero un día simplemente eso no fue suficiente y empezó a comerlo.

Los médicos le han dicho que se deshaga de todo el jabón en barra y detergente de su casa, que tome largas caminatas en lugares en donde no haya estos productos, y sobre todo a hablar de sus problemas, porque cree que su adicción también está relacionada con su costumbre de guardarse todo para sí misma.

Ahora está en su casa de nuevo recuperándose de su adicción, pues cuando su madre se enteró de ella hizo que regresara de la universidad para ser tratada. Tempestt afirma que no ha comido jabón desde septiembre de 2010 y espera nunca más en su vida volver a hacerlo.
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