
El desempleo volvió a dispararse en España en el último trimestre de 2010 hasta alcanzar una tasa del 20,3%, la peor cifra en 13 años, en el mismo día que los españoles comenzaron a digerir que tendrán que trabajar hasta los 67 años para poder jubilarse.
El mercado laboral volvió a dar el pasado viernes una mala noticia al país ibérico. El desempleo subió en 121.900 personas entre septiembre y diciembre del año pasado, hasta alcanzar los 4,6 millones de desocupados.
La tasa pasó del 19,79% al 20,33% actual, con aumentos del desempleo muy significativos en sectores como agricultura e industria.
Un trimestre más, los datos volvieron a ser especialmente negativos para la población inmigrante, cuya tasa de desempleo subió un punto hasta el 30,4%, con casi 1,1 millones de extranjeros sin trabajo.
A pesar de que, desde un punto de vista técnico, la economía española ha abandonado casi dos años de recesión tras crecer levemente durante un semestre de 2010, el desempleo sigue en caída libre. Unas 370.100 personas perdieron su empleo a lo largo de 2010, según el Instituto Nacional de Estadística.
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