En Turquía, país musulmán laico que aspira a ingresar a la Unión Europea (UE), 187,000 mujeres comparten su marido con una segunda esposa por la vía del matrimonio religioso, cuando la poligamia es ilegal.
Esta práctica se da en especial en el sureste de Turquía, zona pobre y con tradiciones feudales, poblada mayoritariamente de kurdos, pero también en el oeste industrializado, precisa un estudio de dos demógrafos turcos de la Universidad de Hacettepe.
El informe fue presentado la semana pasada a una comisión parlamentaria sobre la igualdad de posibilidades para hombres y mujeres. Una mayoría de hombres toman una segunda esposa cuando la primera no puede tener hijos, o que no ha tenido hijo varón, según este estudio.
Más de siete millones de mujeres, de una población total de 73 millones de habitantes, se habrían casado por decisión de los padres, o sea un matrimonio arreglado, y cerca de 5,5 millones de mujeres se casaron antes de la edad legal, que es de 18 años, subraya el estudio.
Unas 450,000 mujeres, en su mayoría en el sudeste anatolio, están unidas con su esposo por medio de un matrimonio religioso, en principio prohibido en ausencia de un matrimonio civil, y no tienen derechos conferidos a una esposa legítima.
Turquía multiplicó las reformas a favor de las mujeres para reforzar sus posibilidades de adherir un día a la UE. Pero en la práctica, y en las mentalidades, queda mucho por hacer para reducir las discriminaciones.
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